Clutch y rombos

clutch rombo

 

Hoy en clase de pintura no he estado atenta. La verdad es que las técnicas de Tiziano en su obra no me inspiraban nada esta mañana. Imitar gestos, pintar anatomía humana no me transmitían apenas nada, así que desatendiendo las técnicas y consejos de la persona que dirigía la clase, me he puesto a pintar figuras geométricas. Primero un círculo que terminó en elipse, un cuadrado no demasiado recto, para terminar en un rombo dorado. El lienzo era barato y viejo, procedería de alguna subasta o lote olvidado. Tenía grietas a modo de pequeños ladrillos, y al observar aquel rombo dorado, una sonrisa acompañada de un recuerdo vinieron a mi mente.

Un verano, no muy lejano acompañaba a mi André junto a una destacada persona de la familia Banús. Visitamos el puerto que construyó su padre hace muchos años. Yo no conocía esa zona, llena de tiendas de firmas de lujo, coches deportivos, personas sonriendo, yates brillando. Un pequeño Mónaco asentado en la costa Española. André hablaba con la otra persona, sobre historia, proyectos a futuro…

Yo observaba como paseaba la gente, rodeados de lujo, fotografiando todo. La historia del puerto es fascinante, así como las personas que habían recalado. Yo no tenía ganas de ver tiendas, quería pasear con André, pero el trabajo lo impedía. Así que decidí volverme al hotel, quizás en la hamaca de la piscina el tiempo pasara más deprisa. Pero al volver hacia el hotel, un grupo enorme de personas cargados de cámaras fotográficas me franqueaba el paso. Fotografiaban a todo, y por supuesto a todas, así que decidí buscar otra ruta por las calles aledañas. Callejeando vi una pequeña tienda que deslumbraba. El sol caía sobre su escaparate y algún articulo brillante desviaba la luz hacia mis ojos. Mirando hacia el suelo me dirigí al escaparate. Un pequeño clutch rodeado de brillantes me llamaba. La luz refractada en su increíble rombo era la que me aviso. Yo no llevaba tarjeta, solo mi pareo y mis sandalias. Así que toque el cristal como despedida y me encaminé hacia el hotel.

clutch rombo

Una vez en mi tumbona me quede semidormida. El sonido del agua, del viento, la música suave me hizo relajarme. No sé cuanto tiempo estuve en ese estado, hasta que un ruido de alguien saltando a la piscina me despertó. Intenté abrir los ojos y no pude, el sol a mi espalda se reflejaba en el vaso de un huésped y me deslumbraba. O eso creía yo cuando noté que el vaso se acercaba a mí. El vaso resultó ser el clutch , su portador André y el chapoteo en la piscina, el camarero metiendo sus manos en el agua haciendo ruido.

André siempre cuidaba de mí, aún cuando yo me pensaba que estaba sola, aún cuando el sol me deslumbraba desde un rombo en un escaparate…

Clutch rombo disponible en la web de El Rincón de Mamá 

 

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2 comentarios sobre “Clutch y rombos

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