Siempre pendientes

Pendientes de la persona amada, pendientes de los padres que nos dieron la vida, pendientes de los que nos importan y a quienes importamos. Pendientes de la vida que a veces cuesta subir, pendientes en las que siempre alguien muy cercano y especial nos acompaña, pendientes que cuando las superamos salimos reforzados y felices de nuestro coraje y fuerza. Es maravilloso el idioma español cuando para una misma palabra utiliza  matices distintos. Esa misma palabra se adapta al día a día y a distintas situaciones, tomando connotaciones distintas. Y como no puede ser de otra forma esa palabra, “pendientes” toma su propio valor y significado en el rincón de mamá. Quizás un poco la palabra pendientes sea como una delicada copa de cristal, la cual podemos llenar de un precioso néctar o ser un simple vaso de agua.

Este ejemplo lingüístico como el amigo del rincón de mamá ya habrá intuido, es para hablar como no, de los pendientes del rincón. Utilicemos el lenguaje de nuevo, para describir lo más brevemente nuestros pendientes.

Los que habéis visitado la tienda del rincón de mamá habréis observado como nada más pasar su puerta, una persona os recibe con una gran sonrisa y disposición. Os habréis sentido como en una casa familiar. Esa sensación de tener una persona  pendiente de nosotros, para escucharnos, aconsejarnos y mantener una buena conversación. El rincón de mamá no es una tienda que se rige por una pendiente horaria, de esas que te agobian para hacer tu compra o consulta y abandonar rápidamente el establecimiento para seguir vuestro camino. En el rincón de mamá no hay pendientes como tales, sino más bien es un paseo junto al mar, un caminar con un amigo por un sendero de amistad. En el rincón de mamá las pendientes se tornan veredas donde la comunicación fluye sin trabas ni saltos de agua. Ya lo hemos descrito otras veces, una tienda que no es tienda, un rincón en el corazón de la ciudad, una ligera pendiente de bajada donde aligerar el peso de la vida, al menos por un instante.

Se nos olvidaba, estar pendientes a Septiembre se acercan muchas novedades, todas ellas buenas como no podía ser de otro modo.

Ser felices.

(Nuestros Pendientes)

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@by Rubén García Codosero

 

Brazaletes del rincón

Una simple fotografía en una web, nunca podrá sustituir la sensación que nos transmite un producto al tenerlo entre nuestras manos, como tampoco su tacto y menos aún como nos queda al probárnoslo. Sabemos que por muchas circunstancias personales, no siempre la vida os deja acercaros al rincón de mamá para poder contemplar sus complementos, sus pequeños tesoros. Por ello, en el rincón de mamá, hemos querido dar un paso adelante en calidad de comunicación, para que mediante la mezcla de la fotografía de alta definición y la localización de emplazamientos especiales, reproduzcamos sensaciones en las personas que visualicen estas fotografías.
En esta primera apuesta por sacar fuera del emplazamiento físico el rincón de mamá, seleccionamos el milenario monumento del templo de Debob. Con una pequeña muestra de brazaletes del rincón, hemos tratado de fusionar la magia del templo, con la belleza de estos complementos. El resultado ha sido muy satisfactorio, simplemente porque con estos documentos gráficos, demostramos lo especial que es el producto del rincón de mamá. Un producto minuciosamente seleccionado, con buen gusto y mucho mimo, que al final consigue el efecto deseado. Si la belleza de estos brazaletes, ha rivalizado con el mismísimo templo de Debob, hemos conseguido el objetivo de esta iniciativa, que no es otro que trasladar ese sentimiento que se percibe al contemplarlo en el brazo.

Quizás no se tengan cenas en palacios de Oriente, o veladas románticas con lejanos faraones. Pero de una cosa si podrán estar seguras, que con estos brazaletes, se marca una diferencia, complementando la belleza. Quizás con ellas os vean diferentes, más hermosas, más enigmáticas, más deliciosamente místicas. Y es que si un complemento de nuestra era se funde en sinfonía, con un templo cuya construcción se pierde en la memoria del tiempo. Sin duda alguna , se fundirá con la portadora, realzando, diferenciando, exclusivizando.

Desde el rincón de mamá, esperamos sinceramente, que estas fotografías os transmitan la belleza y el concepto que compartimos con quién nos visita.

>Nuestros brazaletes<

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@by Rubén García Codosero

Platero en el rincón

Platero, si pudieras entrar al rincón de mamá, te pondrías a mirar a ese precioso borriquito plateado que se refleja en el espejo del rincón. Platero, tú no entiendes de pulseras ni pendientes de mujer,  no sabes de bolsos ni complementos, ni te preocupa la moda de Paris. Tú solo sabes y ya no recuerdas, las viejas riendas de arar que yo te enseñé una vez en el establo olvidado. Si pudieras ver con tus ojos de cristal y perla, las mariposas que revolotean en esta tienda de tantos sueños, te pondrías a mover tú cola de seda, al igual que lo haces en Moguer los días de fiesta. Si pudieras entrar Platero, olerías su aroma a jengibre y amigos. Te tumbarías como lo haces en verano, bajo la parra de la antigua venta y descansarías. Dejarías que pasaran tus tardes y tus días, sin que nada te molestara. En el rincón de mamá Platero, serías un niño pequeño, mirando como brillan sus tesoros, dejándote que los que lo visitan te llenaran de caricias. Platero, el rincón tiene velas y perfumes para casa, como aquella vez que aquel loco te derramó en tu lomo, aquél perfume de rosas, y tú asustado te fuiste para el monte. Que susto Platero me diste. Pero no temas, aquí el loco no tiene entrada, ni el vendedor de animales, ni las aves de plumas negras. Solo entran los niños y las hadas. Alguna vez un alma perdida, que encuentra un remanso en su vida.

Platero que bonito estarías, cubierto con los pañuelos de seda, como se agolparían los chiquillos en el escaparte para verte entre risas y júbilo. El  rincón quiere a Platero, como tú a los verdes campos en primavera. ¿Recuerdas las amapolas y la fresca hierba de nuestro pueblo? Cuando Platero se hace de algodón y al pasar por la iglesia, el padre hace sonar la campana, para recordar cuando Jesús entró Jerusalén montado en otro Platero. Y tú como un chicuelo pillo, sales al trote por la calle del duende.

Cuando pases por Madrid Platero, en tu nube blanca de lluvia de esperanza, fíjate allí abajo, donde huele a jengibre y caramelo, como hay una tiendecita que se parece a nuestra casa.

Quién sabe Platero, si cuando volvamos a casa, llevemos una caricia de este lugar, en nuestra alma.

Platero en el alma del rincón
Esta bella tetera, fue seleccionada por su calidad y su alma de Platero.

Homenaje del Rincón de Mamá a Juán Ramón Jiménez y su obra «Platero y yo» En su 99 aniversario.

Escrito por Rubén García Codosero

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Verónica Martinez

Vivimos rodeados de reflejos. Seguramente alguna vez en vuestra vida, os habéis visto reflejados en varios espejos a la vez. Habéis visto como vuestra imagen se pierde hasta el infinito, en un pasillo sin fin. Sabéis que solo es nuestra imagen, y que solo hay uno real, vosotros mismos. Lamentablemente en nuestra época actual nos hemos acostumbrado a la normalidad del reflejo, los vemos todos los días y no nos percatamos de ello. Y lo terrible es que aunque nos sintamos diferentes y únicos, basta con pasear por nuestras calles para ver que el 90% de las tiendas vende lo mismo. El resultado es ver muchas personas con la misma ropa, muchas casas con la misma decoración. Y no se trata de emular a la corte de Versalles e ir cambiando todos los días de ropa o de casa. Se trata de buscar la calidad, esa calidad que rompe las copias del espejo.

Me quiereHace unos días, Verónica Martínez visitó El Rincón de Mamá. Una artesana nacional de  primera línea, o lo que es lo mismo para este país, una desconocida para gran parte de la sociedad. Para seguir el camino trazado en El Rincón de Mamá, apostar por los artesanos españoles de calidad,  acordamos con Verónica una visita para conocer a la persona y a la artista que lleva en su interior.

 

 

 

 

leafVerónica ha expuesto en Milán, Londres, Valencia, Madrid, Oslo, trabajó varios años en Inglaterra y al volver de nuevo a España se encontró con un panorama poco atractivo para el artesano. Con cero ayudas y créditos ICO que rozan el calificativo de broma, la vida de un artesano español con nombre ya internacional, no es garantía de nada para un país que adora los reflejos. La artesanía de Verónica, orientada en gran parte al mobiliario nace de una fusión de la naturaleza y su creatividad. Ella misma nos comentó como había soñado con un mueble y al despertarse lo plasmo en un boceto. Hoy ese boceto, junto otros se han materializado en un producto único que despide belleza y magnifica a la propia naturaleza. Una simple piscina, un jardín, un recibidor con una de sus obras, adquiere vida y personalidad. El arte es transmitir sensaciones y Verónica sabe hacerlo. Utiliza materiales de primera calidad elaborados a su vez por buenos artesanos españoles. Así como ejemplo su bello columpio es fundido por la empresa que hace las estatuillas de los premios Goya.

 

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La apuesta por la calidad en el producto es fundamental para realzar su valor. Afortunadamente para Verónica y desgraciadamente para nosotros, su trabajo es muy apreciado en el extranjero y Verónica no dudará mucho más tiempo en volver a abandonar este país, como tantas personas con talento y dejarnos un poco más pobres de alma, belleza y empleo. Personas como Verónica, auténticas embajadoras de España, potencial generadora de empleo si la facilitaran los medios, pasa como un auténtico fantasma ante las personas que nos quieren sacar de la crisis. Por eso cada vez más grupos y lugares como El Rincón de Mamá, son los que tienen que coger el testigo y apostar por lo nuestro y por los nuestros. Porqué es la única forma de generar riqueza y futuro para todos. Comprar en una tienda asiática o un precioso mueble en Ikea es invertir en reflejos y todo sabemos ya que lo verdaderamente importante es la persona a la que copian los espejos. Verónica tiene muchas ideas y proyectos y parece ser que a su país no la importa. A nosotros sí por eso hacemos esta labor de difusión, esta llamada de atención a los cuatro vientos. Verónica conseguirá sus sueños con o sin nosotros, y cuando sea laureada en Estados Unidos, Canadá o Alemania, siempre habrá un huequecito en la Alhambra para esta Granadina para exponer una de sus obras de forma permanente. Cuando esto ocurra habremos madurado como país, mientras tanto sigamos apostando y trabajando por nuestros artistas. Son nuestro presente y futuro, el resto solo es un reflejo.

@by Rubén García Codosero

Verónica Martinez
La diseñadora Verónica Martínez en su visita al rincón de mamá.

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