En mis safaris fotográficos en Kenia, siempre me ha maravillado el poder de la naturaleza. Enormes llanuras en la sábana, rebosantes de una vida que late ante tus ojos. Un viaje que toda persona debe de hacer al menos una vez en la vida. Por mi trayectoria profesional en el mundo de la moda, siempre he aprovechado estos viajes, para fundirme con la población local y ver como la belleza y la mujer siempre van unidas, sea el país que sea.
Este mes, ojeando una conocida revista de moda y belleza, cuyo nombre me permito omitir por convinciones propias, vi un collar en una de sus páginas que enseguida me devolvió a la madre naturaleza y los grandes momentos vividos en Kenia. En el continente africano, por desgracia la única cuna virgen del planeta, las mujeres se sirven de la naturaleza para embellecerse, o resaltar su feminidad. Desde pendientes, anillos, collares de hueso, a las más maravillosas piezas en oro casi virgen, diamante y otras piedras preciosas.
El collar de la revista es un precioso collar dorado con unos colmillos en negro o en blanco que transmiten como no, algo más que lo meramente estético. Un colmillo de este tamaño es un arma para el animal al que pertenece. Al adaptarlo a un collar, no solamente se incorpora su lado estético, si no que también se incorpora una advertencia y un aviso. Un sutil «estoy armada aunque no parezca» y otras señales que se pierden en la noche de los tiempos, indican al psique masculino que se encuentra ante una mujer que nos atrae, aunque no sepamos realmente porqué.
En el mundo Occidental sólo es un complemento étnico, que recuerda al lejano África, equivocadamente incivilizado.
Obviamente el collar encajaba en el tipo de producto que ofrece el rincón de mamá, un producto de calidad excepcional, con un valor añadido no tangible para cualquiera. Solamente agradecer al contacto que tenemos en la revista, por facilitarnos las cosas para traeros este producto. Esperemos que lo disfrutéis y sepáis al menos que valor tiene para millones de mujeres en otra parte de nuestro mundo.