ManoloBlahnik

Manolo Blahnik

El pasado domingo 10 de Diciembre de 2017, el club de amigos de El Rincón de Mamá, efectuó una visita a la exposición de Manolo Blahnik

El día gris invernal, hacía juego con el museo de artes decorativas sito en las cercanías de El Real Sitio del Retiro. Hasta allí llegaban las hojas doradas de un otoño empeñado en alfombrar con naturaleza el asfalto de la calle Montalbán. Ante esta bonita escena y haciendo una mínima cola para acceder al museo; entramos en la exposición. Recomendamos llegar antes de las 12 del mediodía para evitar esperas mayores.

El museo divide las dos plantas disponibles de la siguiente forma:

  • Planta Baja- Dedicada íntegramente a Blahnik.
  • Planta Primera – Blahnik comparte exposición, con otra exposición de artículos finlandeses. No es que Manolo Blahnik se inspirara en motivos nórdicos para sus diseños (que podría hacerlo en cualquier momento), si no  es que estamos en un museo de artes decorativas, y nos ofrecen una muestra de objetos cotidianos de la cultura finlandesa.
  • Segunda planta. Puramente museo de artes decorativas. Desde una sala del tesoro con piezas únicas y valiosas, a exposición de distintos objetos cerámicos. Así como una cocina, dormitorio y capilla al estilo de nuestros ancestros. 

Maestro

En cuanto a Manolo Blahnik poco podemos hablar que ya no se conozca. Pero gracias a Vogue España y al museo Nacional de Artes decorativas, vas a tener una oportunidad única, para disfrutar del sueño y del trabajo de un hombre reconocido mundialmente.

Manolo Blahnik siempre ha estado rodeado de belleza. Es un viajero en el pleno sentido de la palabra. Viajero que filma con su creatividad, los distintos matices y momentos que vive en los  tan variopintos rincones de este planeta. Desde la sombra de una palmera que se contornea en la brillante arena de la depiaggia dei Conigli, hasta ese espíritu de un nuevo renacimiento en la quinta avenida.

Nada en su obra es creado por las máquinas, simplemente por esas manos que crean a las máquinas. Huir de la industrialización a favor de la maestría laureada por la experiencia personal y el buen gusto. En España solemos decir “no dar puntada sin hilo”, pero me atrevo a afirmar que Blahnik diría, “depende del hilo, textura, color…”

Artista

En la exposición puedes ver elementos que ya son parte de la historia de la moda contemporánea. La obra de un maestro que inspira e inspirará a nuevos creadores. Influenciado quizás por estar entre los dos mundos que pueblan este, el del pasado y el del presente aunando lo mejor de los dos mundos. Como un gatopardo que utiliza sus uñas para cortar el cuero, para acariciar lienzos en busca de diseños, en enhebrar agujas o blandir cizallas para dar siempre un nombre a su hijo. La palabra calzado se queda corta, como un tacon quebrado a la puerta de un evento extraordinario. Es la extensión de su portadora. La delicada y elegante capa que impide que la piel toque el suelo.

El sueño de un hombre, la realidad de muchas mujeres. ¡Blahnik!

Pendientes El invernadero

El invernadero

Recuerdo…

Como las rosas de invernadero, en los fríos inviernos de la Alsacia. Con ese rojo tímido que el rocío de los vaporizadores va regando mientras el gélido viento golpea los cristales. Recuerdo esas tardes embriagadas en perfumes de flores, olor a leña de la chimenea y esa paciencia infinita de André para ir moldeando los rosales. En esta época puede parecer extraño ver a un hombre cuidar flores, recortar ramas secas, dirigir los nuevos brotes. Pero en esa Alsacia de mis recuerdos, el tiempo no invitaba a salir a la calle, y las visitas escaseaban como los rayos cálidos del sol.

¿Así que podía hacer André en los días invernales de domingo? Sumergirse en la lectura de un libro, mientras el vapor de una tetera nos susurraba que era mejor no salir a la calle. Durante un tiempo lo hizo, mientras hacía pausas para resumirme quién era el capitán Ahab y su obsesión por Moby Dick. O como Davy Crockett defendía un Álamo que poco sabía de su fama.

Pronto mi André quiso compartir conmigo, algo más que sus resúmenes literarios y con un poco de dinero ahorrado reconstruyo el viejo invernadero de nuestra casa.

Poco a poco los libros de aventuras, de grandes gestas fueron cediendo su sitio a los de botánica. Probamos varias plantas, pero al final nos decidimos por las rosas. De todos los colores, de varias especies. Esos inviernos en los que la nieve franqueaba el paso a la invitación de buscar aventuras, el invernadero se convertía en nuestro refugio.

La semanas se hacían largas, de casa al trabajo y la rutina diaria, pero los domingos eran para ese invernadero. Recuerdo el olor a café y a leña en la cama al despertarme. Bajar al comedor y ver la puerta del invernadero abierta. En la mesa de trabajo mi café, alguna pasta y siempre André leyendo con admiración aquellos libros.

El trabajo

El plan de trabajo era sencillo, localizar hojas secas, contabilizar nuestras miradas, regar y trasplantar los nuevos brotes. Recordar la madera de tea, de pino con rosa Nuage todavía me estremece.

Y si me pinchaba allí estaba André, como un soldado del frente con su botiquín blanco, impoluto. Me curaba y me vendaba como quiero imaginar, que se cura el ala dañada de un ángel en el cielo. Y luego buscaba en el viejo cajón de la mesa de trabajo, y entre papeles de seda siempre me entregaba un regalo. “Para quitarme el dolor me decía”….   Un collar, unos pendientes, un anillo… Pero para mí no era el regalo, si no la cura, la ternura de André, aquellas manos, las suyas…

Pendientes El Invernadero

 

 

 

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matrícula

Matrícula de honor

Matrícula par o impar, la que más te guste.

Desde que la primera matrícula se pusiera en el primer vehículo matriculado en España allá por 1900, ha llovido mucho. Poco a poco los vehículos destinados solamente a ricos comerciantes o personas de nivel altísimo, fueron bajando de precio para llegar a mucho más público. La necesidad de matricularlos era un agravante. No para cobrar impuestos ni multas, eso todavía no existía, sino más bien para identificar a sus propietarios.

La revolución automovilística ha evolucionado para llegar a todos los bolsillos, todos los estilos, todos los gustos, campo, ciudad, deportivo, suv, etc. Y lejos de detenerse sigue evolucionando hacía el vehículo eléctrico, de bajo consumo, sin humos.

Al igual que la industria del automóvil, la industria de la moda ha evolucionado al punto de fusionar nuevas con veteranas formas de crear moda. Mezclar materiales, aleaciones, minerales, vegetales, seda, fibra y como en el caso que nos ocupa hasta biónicos.

Matrícula de honor para la moda.

Por primera vez en la industria de la moda, como aquellos mecánicos que fabricaban sus piezas para automoción, surge el artesano que fabrica y adapta un material no utilizado hasta la fecha en la moda. Se trata del metacrilato y los cargadores de teléfonos móviles. Ambos se unen en torno a una matrícula como un guiño al comienzo de una nueva era. Identificar a su portadora, saber quién realmente puede lucir uno de estos nuevos bolsos. Realizados en la mejor piel, y moldeando el conocido metacrilato de la industria, para tornarse en una pieza única y exclusiva. Diferentes colores, diferentes matrículas, Paris, New York, …   ¿Con cuál te identificas? Incluye cargador interno de móvil para que nunca vayas en reserva, siempre llena, como los Rolls Royce ¿Subes?

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Ventanas a nuestro presente

Ventanas del presente

Cuántas mañanas al marcharte he tocado las sábanas aún calientes por tu cuerpo. Esas mañanas en la que el último átomo de calor escapaba desvaneciéndose en mis dedos, te necesitaba un poco más. Quizás debería alargar más nuestra despedida con un beso sin cronómetros. O tal vez con un suspiro mientras se fundían nuestras miradas. Observar en la mesa tu taza de café vacía, adivinar el contorno de tus labios. Sentir de nuevo el asa entre tus manos, mientras me miras, mientras hablo. Sé que quizás lo que te cuente no te llene del todo para el día a día. Pero mira, al final deseo que sea como una tintura que se disuelve en tus adentros. Y que algún momento del día, sin venir a cuento, sin pedirlo siquiera; mis palabras vuelvan a tu mente.

vetanas

Ventanas

Y miro por la ventana de nuestra vida, en ese patio de flores y plantas que juntos cuidamos. Y aunque aún falte tiempo para la primavera, cuento los días para que de nuevo sembremos la tierra con nuestra alegría. Hoy por huir un poco de la soledad que impone la distancia, he decidido adentrarme por los bosques y campos junto a nuestra casa. He recorrido el camino largo que a veces nuestras bicicletas, hacen una carrera para ver quién llega antes…y nunca ganamos. En el coto del caza de algún Marqués desconocido, desaparecido o esfumado me he detenido. Mientras me colocaba el pañuelo, mi sombrero se ha movido.

Por un momento pensé que había sido el viento, pero no. Sé que has sido tú, desde la distancia de tu despacho. Mi tintura te ha recordado mi tacto y abriendo tú ventana, mirando donde más azul es el cielo me has suspirado. Lo sé, lo he notado. De nuevo con mi sombrero en la cabeza, he vuelto por el camino descubriendo tus huellas, recordando cada rama, cada hoja, cada beso.

Y esta noche cuando llegues a casa y me veas agotado y feliz. No me regañes por haber usado tu sombrero, el mío lo perdí ya sabes … No me importa que no sea de hombre, me importa que sea tuyo, que tenga tu perfume, tu tacto.

Cuántas cosas ha cambiado esto del teletrabajo, pero no lo nuestro.

-> Sombreros de El Rincón de Mamá <-

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