En unos días ya estaremos en Navidad. Época amada y odiada a partes iguales lo sabemos. Los compromisos, las personas que no nos apetecen, los que ya no están, los regalos de navidad que no nos gustan, lo que nos gustaría haber tenido. Lo importante de la navidad es compartir tiempo y momento con las personas que nos quieren y nos acompañan durante todo el año. El resto son detalles, pequeños recordatorios de nuestro afecto para que sientan nuestra presencia, para que noten nuestro agradecimiento por estar ahí.
En el Rincón de Mamá no dudamos y tenemos claro lo que significa un regalo. La persona que atraviesa nuestra puerta viene buscando algo especial para sus seres más queridos. Y no sabemos defraudar, en lo único y lo exclusivo se encuentra ese presente que quizás un soñado rey Baltasar busca en lo más recóndito del Oriente. Hay precios para todos los reyes, para todas las fortunas, las grandes, las pequeñas y las de corazón.
No tenemos oro, aunque nuestras pulseras y colgantes chapadas en oro puedan pasar elegantemente. Tampoco tenemos incienso, no hace falta ya que las lámparas de Lampe Berger y las fragancias de Durans para el hogar dejan el pabellón en lo más alto de las fragancias. Y mucho menos tenemos mirra, ¿para qué? Si las personas demandan regalos originales, funcionales y de calidad.
De oriente solo tenemos la seda de algún pañuelo, todo lo demás es Europeo y nacional. Solo para quién sepa apreciarlo, solo para quién sepa disfrutarlo. Regalos de Navidad, donde nacen las estrellas, nuestros mejores deseos y felicidad.
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